El
Taylorismo el proceso de trabajo es todo acto específico en el cual la
actividad humana efectúa con la ayuda de medios de trabajo, una transformación
deliberada de los objetos de trabajo, que llamaríamos materia prima, de acuerdo
con una finalidad, para generar bienes de uso que tienen un valor social.
La
tercera razón por la cual el ocio y la vagancia se podían consolidar era porque
los empresarios no conocían la organización científica del trabajo.
Con Taylor penetrará el cronómetro en las empresas y, dicen algunos, nunca más
saldrá.
También aparece la asignación por anticipado de tareas específicas a cada uno
de los trabajadores. Comienzan con Taylor todas las técnicas modernas de
selección de personal, en las que se busca adaptar el trabajador a la tarea.
Una
individualización del trabajo. En un colectivo de trabajo aquellos que
trabajaban más lento iban a fijar las normas para aquellos que trabajaran más
rápido. Y para instruir a los trabajadores, la información profesional tenía
que ser especializada. Para cumplir esa tarea de medición y de control creó la
figura de los supervisores, cuya tarea es hacer interface entre el que concibe
la producción y aquél que la ejecuta.
Para
organizar la empresa, había dos sistemas en la época. Uno, que es el que
finalmente se impuso, era el de una organización de tipo militar, una
estructura piramidal con muchos escalones, en los cuales las órdenes vienen
siempre de arriba y bajan en cascada hasta llegar a la persona que tiene que
ejecutarla. La idea de Taylor no era eso, sino lo que él llamaba una organización
del tipo administrativo.
Taylor
afirmaba que tiene que haber gente que se ocupe de producción, de
comercialización, de finanzas, del personal, hoy diríamos del sistema. Había
que dividir el trabajo también dentro de la empresa y dividir la empresa
geográficamente.
El resultado del taylorismo fue un proceso de acumulación de capital y de
incremento del valor agregado per cápita, y también un disciplinamiento de las
fuerzas de trabajo. Las consecuencias desde el punto de vista de los
trabajadores; obviamente una mayor intensificación del trabajo, una
descalificación de la fuerza de trabajo. La división social y técnica del
trabajo provocó una deshumanización de los trabajadores. Desconoció, pura y
simplemente, la autonomía de los trabajadores, su capacidad para ser
responsables y también para la iniciativa.
La explicación que daba Taylor a la tendencia sistemática al ocio y a la
vagancia era el miedo a la desocupación. Él decía; están equivocados, fíjense
cuántos obreros había antes de la revolución industrial y cuántos hay ahora. Es
gracias al incremento de la productividad que aumentó el empleo.
En
segundo lugar, según Taylor, otro error era el del sistema de remuneraciones.
Como en esa época se pagaba el día de trabajo, y dentro de la fuerza de trabajo
predominaba la heterogeneidad, lo que ocurría con el correr del tiempo era que
se autorregulaba el colectivo del trabajo y finalmente todos terminaban
trabajando al ritmo del más lento. Decía Taylor que eso ocurría porque el
sistema de remuneración según la jornada de trabajo era malo y había que pasar
a otra forma.
Si
pudiéramos sintetizarla, diríamos que es la búsqueda de una economía del
tiempo, la búsqueda de ahorrar tiempo de trabajo; es decir que los trabajadores
encontraran el trabajo organizado de tal manera que no hubiera tiempo muertos.
El problema sería, de alguna manera, intensificar el trabajo para hacer más
cosas en menos tiempo.
División social:
unos conciben y otros ejecutan. División técnica del trabajo: dividir el
trabajo en tareas, de manera tal que se pueda controlar más fácilmente a los
trabajadores.
Esto
requería una estandarización de las tareas, no hacer las tareas de cualquier
manera.