Se inscribe dentro de la historia tecnológica norteamericana como
una continuación de lo que ellos llamaban el sistema americano de manufactura.
Consistía en producir utilizando máquinas, herramientas de propósitos únicos
para fabricar piezas que fueran absolutamente idénticas e intercambiables. De
alguna manera es el origen de la rigidez de la producción en masa.
Esta idea central de Ford de producir masivamente requería un
movimiento continuo. Y su obsesión era que, en la empresa que él soñaba, todo
tenía que moverse salvo el trabajador. Es de alguna manera una continuación y
exacerbación de la división social y técnica del trabajo.
El problema es que cuando se instaura esta tecnología basada sobre
la cadena de montaje, se plantea un problema de organización a la empresa.
Pero Ford pasó a la historia no solamente por la cadena de
montaje, sino porque se dio cuenta de que, lo que pasa afuera de la empresa es
tan importante como pasa adentro para los propios trabajadores. Entonces había
que convertir a los trabajadores, en obreros de la fábrica de Ford, para que
trabajaran sobre la cadena de montaje. Y para esto tenía que cambiarles su forma
de vida y su forma de consumo, de alguna manera Ford descubrirá que los
trabajadores no sólo son fuerza de trabajo, no sólo son productores,
sino también son o pueden ser consumidores. Y eso es un secreto que de alguna
manera Ford enseñó al capitalismo de su tiempo. Para lograrlo aumentó los
salarios, una tecnología en materia de gestión de la fuerza de trabajo
interesante.
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